Tuesday, August 25, 2009

Juan Carlos Linares Balmaseda. Cuba

Juan Carlos Linares Balmaseda

Cuba.

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Cuando la tozudez menosprecia la razón

Muchos jóvenes cubanos de hoy, en sintonía con otros en el mundo, están demasiado inclinados al sueño de poseer celulares, estar al tanto de la ropa de moda o de gozar la última atracción musical. Otros en la TV por cable, en la Internet, en viajar el mundo o rodar un auto nuevo.

Como quiera que sea, todos están demasiado atraídos hacia lo moderno, y los adultos en buscar lo que se pondrá en la mesa ese día a la hora de comer y en cómo calzar y vestir a sus jóvenes retoños.

Por opuestas razones, ambas generaciones apenas se entiende sobre gustos, y queda al campo el derecho de hacer frente a la segregación ideológica, y a lo que es peor, la indiferencia colectiva que traen consigo los regímenes segregacionistas. La casta militar que gobierna Cuba segrega a los ciudadanos por sus convicciones ideológicas.

La mediática propaganda en los medios de difusión cubanos -accionista ciento por ciento la casta- trajinan la opinión pública nacional e internacional. La realidad es que todavía los cubanos esperan aquellos sufragios libres y justos prometidos en 1959 por la misma casta que gobierna hoy; razón que hace de ella un gobierno de facto al cabo de 50 años transcurridos.

Si bien es cierto que el sufragio universal no es en sí una cultura democrática, sí es un elemental salto civilizador. En cambio al proscribirla se ancla en dictadura.

La segregación ideológica marchita las naciones. Porque la obediencia pública va primero que el bienestar colectivo. La casta, con tal de salvaguardar los privilegios del poder es capaz de torcer las aspiraciones populares en un camposanto. Cualquier incidente se vuelve una trampa entre rejas y los ciudadanos se hallan en un medio social donde los derechos universales son una remota posibilidad.

No es probable que en la presente casta militar haya simpatía por eso de establecer una democracia, pero no se puede ser ingenuo, les ha de preocupar sus hijos, sus nietos, su nivel de vida y hasta a más de uno de ellos, ¿por qué no?, su país, no el país sobredimensionado que aparece en la televisión nacional sino ese pobretón, al que ven sufriendo crecientes miserias más allá de las alambradas de sus unidades militares. Confiemos en la razón.

CAMPAÑA CUBANA POR LA LIBERTAD DE LOS PRISIONEROS POLÍTICOS
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3