Thursday, September 17, 2009

Algunos aportes a la biografía de Salvador Allende


Autor: Cristián
Pais: Chile
http://www.cuidadoporquienvotas.blogspot.com/

Srs.
Congreso Virtual Internacional
Entusiasmado con el exito y oportunidad de compartir ideas e información acerca de nuestro sector político libertario que nos ha ofrecido el presente Congreso virtual, les propongo una nueva ponencia de mi parte, esperando que sea de su interés, tendiente a desenmascarar muchos mitos que la izquierda ha impuesto unilateralmente como "verdades oficiales"


Este 26 de junio se conmemorará, con la parafernalia característica de la izquierda, el centenario del nacimiento de Salvador Allende. Sus seguidores, pretendiendo representar a la mayoría de los chilenos, han programado costosas celebraciones, amplificadas por los medios de comunicación incondicionales de los que disponen. Este aniversario no tiene la intención de prestarse para abrir un debate histórico acerca de su gobierno, por cierto, sino que lo que se busca es imponer la visión unilateral de una minoría socialista que idolatra a este personaje. Porque, no cabe duda que si se hiciera una encuesta entre todos quienes tuvieron la experiencia de "disfrutar" del gobierno de Allende en carne propia, muy pocos, a excepción de sus partidarios acérrimos, se sentirían motivados a celebrar su centenario. El recuerdo de la destrucción de la economía, la carestía, las colas, la violencia callejera y campesina amparada desde el gobierno, el odio proclamado en voz alta y la división de la sociedad, las ilegalidades reiterativas, priman indudablemente en la memoria de la gente común. En cambio, sus partidarios de entonces y los jovenes que aún no nacían en esos años y que sólo conocen dicha época a través de la sistemática distorsión histórica no contrarrestada de la propaganda socialista, son los únicos que podrían celebrar algo.
Pero intentemos no guiarnos tampoco nosotros por subjetivas apreciaciones personales o emocionales, por la victimización de quien muere trágicamente, actitud que tanto criticamos. Seamos objetivos, e intentemos aportar algunos hechos concretos, comprobables por documentos públicos citados por autores, que sin duda no estarán presentes en las biografías oficiales de Salvador Allende, pero que contribuyen a hacerse una idea del pensamiento y obras del personaje.


1° Salvador Allende ha sido el único Presidente de Chile en ejercicio que fue agente pagado de un servicio secreto extranjero. Esto es al menos lo que nos revela, con todo detalle, el Archivo Mitrokhin, publicado por el historiador inglés Cristopher Andrew en 2005 recogiendo los documentos oficiales que el ex archivista de la KGB, Vasili Mitrokhin, entregó a Inglaterra tras solicitar asilo político en dicho pais. En estos documentos se evidencia que Allende colaboraba con la KGB desde 1961 y continuó haciéndolo durante su mandato, recibiendo US$ 220.000 entre 1970-73 para mantenerse fiel a las directrices soviéticas, e incluso tenía un nombre clave "Leader" y un contacto directo en la embajada de la URSS, llamado Svyatoslav Kuznetsov.

2° Salvador Allende ha sido el único Presidente de Chile cuyo gobierno ha sido declarado oficialmente por sus actuaciones como "ilegal e inconstitucional" por los otros dos poderes del Estado, representados por declaraciones de la Corte Suprema y la Cámara de Diputados, en agosto de 1973, en pleno ejercicio de su mandato.

Salvador Allende, durante su gobierno, se opuso a la entrega por parte del país del criminal de guerra nazi Walter Rauff, inventor de las cámaras de gas móviles utilizadas en el Holocausto, radicado en Chile , desestimando la petición oficial del propio Simón Wiesenthal, sin mediar razones jurídicas para apoyar tal decisión. Esto es relatado por Victor Farías en su libro "Salvador Allende: El Fin de un Mito" y consta en las cartas personales dirigidas a Wiesenthal por Allende.

Este ha sido el presidente que declaró públicamente: "Yo no soy el presidente de todos los chilenos, soy el presidente de la Unidad Popular". Todo un ejemplo de estadista.

5° Salvador Allende, que se declaró enemigo del capitalismo, entre 1951 y 1958 participó como accionista y Director de la empresa Pelegrino Cariola, dedicada a la exportación e importación y cuya sede central estaba en Valparaiso, recibiendo un sueldo como director y participación en los dividendos. Además, fue también presidente del directorio, en el mismo período, de la empresa Vibrocret, que fabricaba materiales de cemento. Estos datos fueron encontrados por Victor Farías en documentos del Archivo Nacional. Esta condición no era incompatible con su labor parlamentaria (Senador por Tarapacá en ese período) , pero lo que sí llama la atención es que esto no se condice con su discurso crítico contra los empresarios acumuladores de capital.

Es sumamente decidora la actitud de Allende frente al periodista Dario Sainte Marie, Volpone, dueño por largos años del periodico Clarín, registrada en el libro "Entre dos Generales", de Román Alegría.
Allende se molestó mucho con su ex amigo Volpone, que había hecho una sucia campaña periodistica contra Alessandri en visperas a la elección de 1970, cuando Clarín esbozó algunas críticas contra su gobierno en 1972.Allende llegó violentamente a la casa de Volpone y le exigió que le vendiera Clarín. Al negarse su legítimo dueño a hacerlo, se habría establecido la siguiente conversación.
Según la viuda de Sainte Marie y Román Alegría, "(Allende) llegó con su ventolera del GAP, Fiat 125 y metralletas. Estaba iracundo. Protestó por el editorial. Me dijo: "Yo no voy a tolerar tus jugarretas. Conmigo no vas a hacer lo que has hecho con Ibáñez y Frei. Te hago matar, culpo al imperialismo, te declaro héroe nacional, te rindo honores de general en el cementerio y hablo en tus funerales". Según Carmen Kaiser, esposa de Sainte Marie, Allende le dijo: "Carmencita, usted se va a ver muy bien de negro y los cionco niños también".
Alarmado, Volpone vendió Clarín a Victor Pey (1972) y viajó a vivir a España con su familia.
Este relato aparece en La Tercera del 10 de mayo de 2008, página 11.

Como firme defensor de la libertad de expresión, Allende manifestó en un discurso: “La objetividad no deberia existir en el periodismo. El deber supremo del periodista de Izquierda no es servir a la verdad, sino a la revolución” (El Mercurio, 14 de abril de 1971).