Wednesday, November 11, 2009

LA LECCIÓN DEL MURO


Angélica Mora
Apuntes de una Periodista


Nueva York – www.PayoLibre.com – Del Muro de Berlín es difícil no conocer su historia, especialmente los que la vivimos hace 20 años. En mi caso, como periodista de Radio Martí.

He tenido el privilegio de recorrer antes de la caída del Muro, la zona en el lado occidental, hasta "Punto Charlie". Luego del 9 de noviembre de 1989, gran parte de la ruta donde estuvo el muro.

Hoy sólo hay placas colocadas en el pavimento que indican por donde serpenteaba. Queda intacto un trozo de pared de unos 8 metros, cerca del Parlamento.

El Muro, mirado de cerca, parece insignificante. Si no se supiera que separó durante 28 años al pueblo alemán en dos mitades.

Hoy, cuando se celebra en el mundo libre la caída de ese símbolo de separación, tragedia y muerte, los que luchamos por la democracia no podemos dejar de hacer comparaciones con los muros que todavía quedan en pie, levantados por la tiranía. ¿Cuánto tiempo demorarán las gastadas grietas del Muro cubano en abrirse?

¿Quien dará el primer martillazo para iniciar su caída? ¿Qué circunstancia liberará al pueblo esclavizado de Cuba, que se encuentra en manos del comunismo por casi el doble del tiempo que duró la muralla de Berlín?

Por su parte, en las naciones satélites de La Habana no hay muchas esperanzas. Estos gobiernos obedecen a Hugo Chávez, quien no soltará prenda hasta que lo saquen a viva fuerza del poder.

La analogía de Venezuela con los nacionales nostálgicos de Muro, es casi perfecta: Una parte de la población alemana añora los privilegios que tuvieron en el pasado en la Alemania Oriental. Otra está descontenta con la reunificación y reclama el alto costo económico que ha debido afrontar.

Analistas que estudian la crisis venezolana indican que gran parte del pueblo está hoy descontento con Chávez, pero no quiere perder los privilegios que goza, especialmente los pobres, quienes reciben subsidios y ayuda del gobierno. El comando militar venezolano tampoco quiere perder lo ganado en sueldo y negociados que les permite el Estado.

En la intrincada política internacional las naciones que podrían hacer algo se limitan hoy a recordar. Son los gobiernos libres que aplauden hoy los 20 años del derrumbe del Muro, mientras contemplan impávidos las barreras que aún separan a los pueblos, basadas en la misma doctrina comunista que colocó el primer ladrillo en el llamado Muro de la Vergüenza.