Monday, October 12, 2009

MUJERES. Presidio politico cubano. Parte 3



Lo que Iliana nos cuenta.

No se trata de montañas enlazadas entre sí o prominencias parecidas en forma de lomo. Se trata de algo totalmente inhumano como lo es un traslado de prisioneros a diferentes cárceles en la isla.

Fue una madrugada intensamente fría cuando decidieron trasladarme desde “Manto Negro” en La Habana hacia otra provincia. Luego de despertarme con el ruido del carro-jaula en las afueras de la celda donde me tenían castigada, entró un oficial con cargo de psicólogo que se encontraba de guardia operativa. La orden inmediata de recoger mis cosas me hizo preguntar ingenuamente sí sucedía algo en mi casa. Lo primero que me vino a la mente es que hubiera sucedido algo con mi familia y me llevarían a verla. Una respuesta típica de un esbirro que no se hizo esperar: “Nadie se ha muerto. Recoge que te vas”. Mi preocupación fue en aumento. El día anterior había lavado unas medias de lana que cubrían mis piernas del penetrante frío, y aún estarían mojadas. Me las habían tendido en el “pollero” a donde me sacaban a coger sol para secarlas. Así que tuve que salir con unas medias que apenas cubrían mis pies, con una temperatura casi glacial.

El psicólogo, que servía a la vez de torturador, me llevó al carro-jaula con mi limitado avituallamiento. Todo lo que me habían supuestamente guardado, nunca lo recuperé. Era aproximadamente las cuatro de la madrugada o algo así. Estaba oscuro aún. Ya dentro del carro, me cerraron con candado y echaron a andar. No tenía idea a donde me llevaban. Pensé que pudiera ser trasladada a Matanzas. Después de un rato, el carro paró y abrieron el candado. Al bajar me esperaba un oficial con grados de Mayor. Era el operativo de guardia de la prisión. Pregunté adónde me encontraba y me dijo: “En el Combinado del Este”. Mi sorpresa fue grande. “¿Qué hago yo en una prisión para hombres?”, pregunté. La respuesta rápida y fría fue: “Ya sabrás. Tienes que esperar”. Me condujeron a un lugar que decían era la enfermería. Más bien era la parte de afuera adonde había unos asientos y allí me dejaron. Me senté, pensando en qué iba a pasar. ¿Por qué estaba sucediendo esto? Retrocedí en mi mente y recordé al esbirro de la Seguridad del Estado con grados de Mayor que se hacía nombrar Alexis. Un alcohólico y corrompido agente que fue a verme a una celda de castigo en que me habían encerrado estando en el Correccional ubicado al lado de la prisión. Era una continuidad de “Manto Negro” para condenas a trabajo forzado. Lo primero que me dijo fue que me iba a desaparecer de La Habana, que me iba a mandar tan lejos como pudiera. Que la gente como yo tenía que recibir un castigo severo. Pero con esto a quien más castigaban era a mi familia. Una manera de ensañarse porque el odio es demasiado fuerte para los que dicen respetar derechos humanos.

Alrededor de las 9 de la mañana me fueron a buscar. Un guardia me trasladó de nuevo a la entrada de la cárcel, al lado de una garita había un oficial con grados de capitán de la raza negra. Era ágil y nervioso. Tenía una tablilla en sus manos y hablaba con varios presos esposados que ya estaban entrando a una rastra larga cerrada con una cerca peerles. Los presos vestían de gris y habían muchos de la raza negra. Me senté en un banco para esperar me llamara, y al rato se me acercó. Me dijo: “Oye, ¿tú eres de Camagüey?” Lo que más recuerdo en ese momento fue un sentimiento de rabia, impotencia y preocupación. Era tan injusto y sádico enviarme tan lejos, que apenas balbuceé: “No, yo ni siquiera conozco Camagüey. Soy de La Habana”. El capitán, rápido como un tornado me dijo: “¡Te embarcaron, pepilla. Te embarcaron!”.

Me senté nuevamente en el banco y a mi mente me venía el sufrimiento de mi madre y de mi familia en general. Que cuando se enteraran sería muy duro para ellos. En los viajes hasta esa provincia tan lejana, con un sistema de transporte público precario. De la crueldad de un sistema que te encarcela injustamente y hace todo lo posible por destruirte. De la indefensión y la soledad que te calan el alma. Mis ojos se nublaron con ganas de llorar. Pero no podía hacerlo. No podía demostrarles mis sentimientos, ni mi preocupación por lo que estaba pasando. El mundo se hundía ante mí. Era desconcierto y coraje a la vez. Eran tantas cosas que me resultan ahora difíciles de explicar.

El Capitán en cuestión provenía de la Dirección Nacional de Cárceles y Prisiones. Tenía una ligereza impresionante y un carácter bastante agradable para la labor que realizaba. Contrastaba con la mayoría de los oficiales y guardias que había conocido hasta el momento. Luego de ubicar a todos los hombres en la rastra, fue hasta a mí y me dijo: “Mira, pepilla, a ti te corresponde ir también en esa rastra. Pero teniendo en cuenta que eres la única mujer y que lo que va a ahí no es nada fácil, te llevaré conmigo en el patrullero policial”. Dos carros de patrulla de la policía custodiaban la “cordillera”. Uno iría delante y otro al final. En el patrullero delantero iban cuatro policías y en el de atrás iban tres, incluyendo al chofer. En el asiento trasero iba un policía, el capitán, y yo en el centro. A los policías no le agradó la idea, pero el jefe del operativo era el capitán. Los policías tenían que hacer lo que él dijera.

Partimos alrededor de las 9:20 de la mañana. La rastra iba delante de nuestras miradas. Tenía unos asientos en alto donde iban apostados guardias con armas largas y cinturones llenos de balas en el pecho y la cintura. En sus piernas llevaban unos cuchillos grandes, y en la cintura también tenían una pistola en su cartuchera. Otros guardias iban parados y se turnaban la vigilancia. Era impresionante. Creía estar viviendo una película. Pero era una realidad triste y espantosa.

Un viaje incierto apenas comenzaba. Mi destino estaba a manos de las fuerzas represivas de un régimen que todo lo controla a base de castigo. Donde vivir dignamente tiene un alto precio porque, de lo contrario, tu identidad propia se sumerge en el fango y dejas de ser tu misma para convertirte en parte de un rebaño obediente y sumiso. Comenzaba la angustia, o más bien, continuaba. Ahora con la incertidumbre de lo que vendría.
Apenas habiendo salido de La Habana, el capitán hizo parar a la rastra. Tenían sistemas de comunicación para llamarse unos a otros de cada patrullero. Salió diparado del carro y ordenó abrir la reja. Señaló directamente a un preso de la raza negra que estaba al centro del camión. El preso había mordido las esposas plásticas y las había partido. Tenía las manos libres y ninguno de los guardias lo había visto. Desde el patrullero de atrás el capitán lo captó. Tenía vista de águila. Todo el mundo se quedó estupefacto. Le puso unas esposas metálicas y volvió al patrullero. El material plástico de las esposas es duro como el metal, pero el reo utilizó sus dientes como cuchillo. Era realmente asombroso.

La rastra tenía bancos a lo largo. Dos a los extremos y uno al centro. Los presos íban sentados uno al lado del otro con sus pertenencias en unas bolsas llamadas jolongos. A medida que levantaba el día, todo estaba bien. Alrededor del mediodía llegamos a la prisión de extrema seguridad de Agüica. La rastra se ubicó a la entrada y bajaron algunos presos para esa cárcel. También recogieron a otros. El capitán protestaba constantemente por lo mal que trabajaban en la cárcel y la demora que había para todo. Para los presos trajeron unas bandejas mugrientas con una comida imposible de tragar. Mi bandeja fue a parar a la rastra y alguno de ellos almorzó mi ración. El capitán me permitió salir del carro y caminar para estirar los pies. Estuvimos como dos horas en Agüica y luego volvimos a salir. Había calor, un sol bastante fuerte. El viaje continuó. Esta vez fue largo y tedioso.

En cada pueblo que entrábamos la gente se paraba a mirar de forma curiosa y con lástima. Cuando estábamos en la carretera ningún carro se podía acercar al convoy. Si alguien se arriesgaba a pegarse a la rastra, los guardias le enseñaban las AK-M con sus bayonetas en las puntas y les gritaban que se alejaran. En un momento del camino el camión tuvo una rotura y los guardias se tiraron a la calle como si se tratara de un asalto. Paraban el tráfico y alrededor de la rastra no podía haber nadie. Todo un revuelo peliculero al estilo de Hollywood.

Cada vez que entrábamos a una provincia diferente, los patrulleros cambiaban y teníamos que movernos. Eran otros policías y otros tipos de carros. Los policías eran arrogantes y se molestaban por mi presencia en el carro. El capitán de Cárceles y Prisiones me preguntó por qué yo estaba presa. Le dije que yo había sido condenada por estar en contra del sistema, pero que no me sentía mal por ello. Todo lo contrario. No tuvo una respuesta represiva como esperaba que fuera. Me dijo simplemente que respetaba mi criterio, y ahí quedó todo. Pero, precisamente por ese criterio cumplía una condena de tres años de privación de libertad. Mi único crímen era pensar diferente, y eso bastaba.

Alrededor de las siete u ocho de la noche llegamos a Ciego de Avila. Miradas curiosas por todos lados sabían lo que eso significaba. Me imagino que estarían acostumbrados a lidiar con el panorama a cada rato. Entramos a la cárcel de Canaleta. Nuevamente repartieron bandejas mugrientas para los presos. Mi bandeja la entregué a la rastra y hasta una bronca se formó para cogerla. Dos presos se entraron a piñazos porque querían comerse mi ración. A la hora de comer les quitaban las esposas. Pedí permiso para ir al baño y el capitán ordenó me llevaran al centro donde recluyen a las mujeres. Se trata de una sección donde encierran a las mujeres como depósito hasta que son trasladadas a una prisión para ellas. Canaleta es una cárcel de máxima seguridad para hombres solamente. Entré al lugar donde habían unas pocas literas y algunas mujeres presas. Me enseñaron el baño y me hicieron algunas preguntas curiosas. Una presa común me dijo que pronto iría para la cárcel de mujeres de Camagüey y que se los dijera a las de allá cuando llegara. No recuerdo su nombre. Tenía un punto de tatuaje encima del labio superior que luego supe era propio de las homosexuales que hacen el papel de las mujeres. La presa era reincidente y estaba involucrada en robos o algo parecido.

Al salir del baño, me senté nuevamente en el patrullero. Estaba sola, sentada detrás y un policía abrió la puerta y me quiso sacar a la fuerza. Me negué y me aferré al asiento. Llamé al capitán y éste vino a ver qué pasaba. Le dije que el policía me quería sacar y le ordenó retirarse. Que yo me quedaba ahí sentada y que me dejara tranquila. El policía me miraba con tanto odio que me hubiera matado. Me sonreí con burla. Era mi única forma de vengarme de tanta represión injusta.

Salimos bien oscuros de Canaleta. Acercándonos a Camagüey había un frío terrible. Los pobres hombres que íban en la rastra se tapaban con lo que tenían en sus jolongos. Estaban congelados. Una intensa neblina hizo que los carros apenas se movieran. Iban lentos porque no se divisaba nada. Era de noche y la oscuridad era penetrante, fría y desoladora. El capitán había recibido unos plátanos de fruta maduros de parte de uno de los policías, del chofer, que en su actitud servil le entregó para congraciarse. Yo sentada al centro detrás no había comido nada en todo el día. Tampoco podía tragar, era demasiado el disgusto que tenía para probar bocado alguno, mucho menos eso que llamaban comida en las bandejas grasientas y sucias que nos entregaron. El capitán inmediatamente me entregó los platanitos. Me dijo: “Pepilla, no has comido nada. Toma, esto para ti. Si no quieres ahora, guárdalos y cómetelos después”. La cara del policía era de piedra, me imagino su rabia y su odio contenido. Yo no los probé, pero los tomé en agradecimiento de una actitud que no concordaba con los demás. Lo consideré un caballero, a pesar de nuestras ideologías tan diferentes y los caminos desiguales que llevábamos.

Ya bien tarde, aproximadamente a las 12 de la noche llegamos a Kilo-5. La cárcel de extremo rigor para mujeres en toda Cuba. Allí había una Primer Teniente llamada Ofelia que estaba de guardia operativa. Me estaban esperando desde hacía rato, pero el convoy se había demorado más de la cuenta. El capitán bajó mi jolongo, entregó mi expediente, que al abrirlo, la oficial dijo: “Una C.R., ya tu sabes”. C.R. significa “Contra Revolucionaria”. “Efectivamente” -les dije- “y me buscan una celda en solitaria ahora mismo. No quiero galeras”. Me dijeron que no, que iría a galera y que hablaríamos al día siguiente. El capitán me dio la mano y me dijo: “Pepilla, pórtate bien para que salgas pronto. Cuídate”. Salió con su paso apurado y empezó a dar órdenes para continuar. La “cordillera” se dirigía ahora a Kilo-7 y Kilo-8, cárceles construídas detrás de Kilo-5, porque Camagüey es una de las provincias que más prisiones tiene. Luego continuaría hasta Guantánamo.

La “cordillera” continuó su andar en el frío de una noche triste y dolorosa. Los hombres íban a parar a sus cárceles, y yo estaba en la mía, en la que sádicos oficiales de la Seguridad del Estado habían escogido para sacrificar a mi familia desde La Habana. Parada en la puerta de la reja principal no sabía qué me esperaba. Una incertidumbre hacía que mi corazón golpeara fuertemente y mis sentidos se agudizaran al máximo temiendo lo peor. Lo desconocido siempre causa temor, y de eso ni los más valientes están exentos. Yo no me consideraba como tal. Simplemente sabía que tenía que afrontar nuevas vicisitudes en un mundo incierto y confuso. En un mundo brutal y salvaje como es una cárcel de mujeres.

En ese mismo momento la “cordillera”, quizás, ya estaba entrando en Kilo-7, para luego continuar su camino impasible y solitario. Dejando a otros que, como yo, les esperaba el sufrimiento de verse alejados de su familia. Desterrados en nuestra propia tierra por órdenes crueles de quienes no respetan la condición humana. ¡Dios los perdone! Yo, jamás podré.






RECUENTO PARA LA HISTORIA
Por: Ninoska Pérez Castellón


Los que a diario hablamos ante las cámaras, nuestra credibilidad se basa en la seriedad y, por supuesto, los hechos que substancian nuestras opiniones.

Cuando digo que Miami es una ciudad de victimas, 50 años de dictadura en Cuba avalan esa aseveración. Víctimas somos todos, por el simple hecho de haber perdido nuestra patria y cada cubano es una historia de dolor. La separación familiar, la privación de libertad, pero el ensañamiento del régimen castrista con sus adversarios es el verdadero reflejo de la crueldad llevada a extremos.

Ningún hecho lo demuestra más que el presidio político de mujeres en Cuba.

Nelson Rodríguez Diéguez, se ha dado a la tarea de documentar este crimen en pleno siglo XX, con las fotos de más de 350 mujeres que transitaron el difícil y tortuoso camino del presidio político en Cuba. Sus rostros, número de causa y años cumplidos bastan para decirle al mundo que en ningún otro lugar del planeta ha ocurrido semejante fenómeno de mujeres padeciendo 10, 15 y hasta 19 años en condiciones inhumanas.

Cari Roque, una joven mujer que cumplió 16 años en prisión y salió para enfrentar la otra gran tragedia, una madre que el dolor de perder a su hija la había hecho enloquecer.

Annette Escandon, una joven madre que le arrestaron a su esposo y cuando vinieron por ella en la madrugada y sus tres pequeños hijos de 5 y 3 años y el menor de seis meses quedaron solos y lo único que pudo hacer fue gritar en medio de la oscuridad, mientras era golpeada para que alguien se ocupara de ellos. Diez años permanecieron aquellos niños en casas de amistades y amigos mientras ambos padres cumplían sus condenas.

Gloria Argudín, niña mimada que a los 19 años salió a pelear junto al líder estudiantil Porfirio Ramírez, fusilado, junto a cuatro de sus compañeros y se enfrentó como una fiera a los abusos, las golpizas y el sadismo de sus carceleros que para amedrentarla la fusilaron con balas de salva.

Gladys Ruíz Sánchez, que fue a prisión junto a toda su familia.

Carmen Veloso que fue separada de sus pequeños hijos y aun no entienden por qué el amor por algo llamado Cuba causó aquella lacerante separación.

Nilda Díaz que cumplió 16 años.

Nereida Polo 17 años.

La Dra. Ana Lázara Rodríguez 19 años.

Y, después, las nuevas generaciones como Carmen Arias, Iliana Curra y tantas otras que siguieron el valiente ejemplo de mujeres que han dejado sus nombres en la historia de Cuba, escritos con sangre.

Entender la tragedia cubana es conocer a una Milagros Bermúdez, con su cara angelical y escucharla hablar del sufrimiento de sus compañeras sin mencionar el propio, solo para que una vez terminada la entrevista, me mostrara las cicatrices en sus senos de las heridas de operaciones producto de las secuelas de las veces que fue agredida con potentes chorros de agua en su pecho.

Cuando Mignon Medrano dedicó su libro: “Todo lo dieron por Cuba” a la tragedia del presidio político de mujeres, incluyo en la portada la frase del jefe de prisiones de Cuba, Manolo Martínez: “Cuando estas mujeres salgan de este engaleramiento, van a salir en cuatro patas.” Error craso, salieron con la cabeza en alto y una estrella en sus frentes.

Por eso, hoy celebro la publicación de “Recuento para la Historia”…para que aprendamos con esta lección estremecedora, para que nuestro pueblo recupere su dignidad…para que nunca más la mujer cubana sea sometida a semejante abuso.


Recuento para la historia
Por Rogelia Castellón

Lo más emocionante derivado de todas nuestras gestas libertarias es continuar escuchando las voces de nuestros hombres y mujeres pronunciando la palabra amada, durante el empeño que los ha llevado, y aún los lleva, a la muerte o a la cárcel. En las cárceles castristas, lo negro de la noche penetrando los ojos de las víctimas, los ha acompañado en el minuto final, cuando el efecto de una bala atravesando sus pechos han terminado sus preciosas vidas, mientras sus voces se han podido escuchar gritando al mundo ¡Viva Cuba libre!

La cárcel no ha sido mejor que el paredón, y ha resultado en la prolongación de la tortura, de la ofensa y de la idea de que cada vida encerrada entre aquellas rejas, ha estado abandonada y perdida para continuar su lucha o para abrazar a un ser querido.

Cuba, libertad, patria y amor, entrega y pensamiento, y siempre Cuba libre.

Hemos tenido hombres y mujeres, en todas nuestras épocas, haciendo Historia. Sembrando palabras en los corazones de otros. Pronunciando frases capaces de quedarse hasta hacerse eternas, dando lo mejor de la juventud y lo hermoso de una familia para ver libre a un hermano, y para que cada cubano pueda algún día decir, estoy criando hijos libres.

Hay otros hombres y mujeres, buscando siempre vidas y leyendas, palabras y pensamientos para dejarlos en la memoria de los que puedan recordarlas y llevarlas a otros pueblos, a otros sentimientos, al mundo entero. Nelson Rodríguez Diéguez y muchas mujeres y hombres, capaces de entender el valor de la causa porque han sido parte del sacrificio, trabajan en este empeño. A través de sus famosos calendarios, fotos, escritos y palabras, muestran a los que no conocen nuestra historia y a los que la han vivido y la recuerdan, todo el sacrificio de la mujer cubana en esta lucha muchas veces amarga, y siempre esperanzada.

Está terminada y será presentada en el recinto del Koubek Center, de la Universidad de Miami, en el una memoria dedicada al recuerdo de las mujeres cubanas que dejaron en el camino la juventud, la familia y el goce de vivir la juventud, para correr en busca de la libertad de nuestro pueblo.

Recuento para la Historia es el nombre. Allí, estarán de pie, con las palabras de nuestro Himno Nacional en sus labios, las mujeres que se hicieron heridas, para ver a una nueva Cuba sin esclavos. Será hermoso, ver en ese lugar, ese día a los niños cubanos, cuyas vidas se desarrollan en tierras libres, porque una mujer cubana entregó en una celda su derecho a ser madre, para que los nuevos criollos nacieran de un vientre libre, de una mujer con palabras. Todos debemos en gesto de gratitud llevar a nuestra juventud a conocer la vida de esas mujeres cubanas. Mujeres sacrificio, mujeres entrega, mujeres cubanas, siempre pensando en Cuba. Llenar el local en ese día es mostrar nuestro orgullo y gratitud por el amor puesto por estas mujeres en la causa de Cuba libre. Debemos cumplir con este deber.

Hay siempre mucho dolor en cada gesto heroico. No se puede levantar la mano y decir una palabra para que la patria se salve como por arte de magia, es necesario entregar la vida para ser enterrado en la tierra amada o entregar el cuerpo para ser torturado en una cárcel. La cárcel es siempre horrible, porque corta las alas y los sueños de los soñadores, y además deja la entrega sin llegar a ser logro. Estas mujeres lo sabían, pero debían intentar con su esfuerzo, que el sueño se hiciera realidad. Lo hicieron.

No puedo buscar espacio en estas cuartillas, para narrar ni las historias ni los sacrificios de estas ex presas cubanas. No voy a decir el nombre de una, si no puedo decir el nombre de todas. Piensen en ellas, como ellas, pensaron en ustedes, cuando buscaban espacios de libertad para el pueblo cubano. Las mujeres de estas historias son cubanas, nacieron en un pedazo de nuestra isla y terminaron de crecer en una mazmorra castrista, golpeadas y vejadas por hombres y mujeres incapaces de sentir amor ni por la verdad ni por el sacrificio. Las que aún están vivas, recorren en libertad sus recuerdos y continúan enviando sus pensamientos a la tierra siempre amada y todavía prohibida.

Nadie sabe mejor que ellas de la tristeza de perder el esfuerzo, y el dolor de saber que no podrán recorrer otra vez la pradera en busca del camino nuevo para todos. Sí, sí tienen heridas estas mujeres, tienen heridas y tienen dentro el dolor de las amigas perdidas, llevadas por la muerte.
Las que no estarán presentes en el acto porque ya encontraron el camino de la eternidad, tendrán un espacio. Veremos en los pasillos junto a nosotros la sombra de sus cuerpos, escucharemos la dulzura de sus voces al entonar el canto de la patria, y sentiremos aquel perfume de amor que las llevó un día a ser entrega.
OTROS TESTIMONIOS:




Saturday, October 10, 2009

MAMBISAS

Ana Betancout

Autor: Ivan Curra

http://politicamenteicorrecto.blogspot.com/

Cada 10 de octubre conmemoramos los cubanos el grito más alto de rebelión por nuestra independencia, desde hace 141 años los cubanos recordamos y rendimos tributo a los grandes próceres de nuestra primera guerra por la libertad. Sin Céspedes, sin Agramonte, sin Perucho Figueredo, sin Sanguily, sin Martí y sin esa pléyade luminosa que abarca ambas grandes guerras del siglo XIX no se puede hablar de historia de Cuba.
Pero deslumbrados ante la descomunal estatura moral de estos caballeros, cegados por ese brillo incandescente de sus figuras e historias, a veces no vemos a quienes hicieron posible su trabajo, a esas grandes mujeres que al lado de sus maridos, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, regaron con su sangre maravillosa la sagrada tierra de Cuba. A ellas quiero yo rendirles hoy tributo.
Cuando repasamos la historia de Cuba hoy, muchas veces lo hacemos desde la comodidad de nuestra biblioteca, en la sala de nuestra casa, sentados en un sillón contándoles a nuestros vástagos aquellas proezas; pero pongámonos por un minuto solamente en la piel de aquella época y sintamos lo que ellos y les aseguro que si visualizan bién, comenzarán a sudar frio. La bella manigua cubana es bella en fotos, pero la manigua cubana es terrible de vivir, llena de mosquitos, de lagunas insalubres de millares de insectos, de un calor espantoso, de una amplitud interminable, imposible de caminar sin machete en mano, además sumémosle estar perseguidos por un ejercito feroz de soldados y oficiales dispuestos a matarte sin contemplaciones. El Ejercito Mambí no era más que grupos de guerrillas que se convertía en ejercito por el valor de sus hombres, sin pertrechos, diezmado de enfermedades y heridos, con una impedimenta ó retaguardia que era un ancla pesadísima e imposible de abandonar a su suerte y sin la ayuda de las mujeres las tropas activas del Ejercito Libertador pronto hubiesen sido destruidas.
La mujer mambisa dejó de ser la docil ama de casa del siglo XIX, dejó de ser el adorno bello de la casa y se convirtió en el depósito de valor de ese ejercito, encargada de curar los heridos, de organizar el soporte de tropas, de transmitir órdenes como correos y salvaguardar las familias de los mambises frente a la crueldad de los españoles y los guerrilleros cubanos al servicio de España.
Vemos a la mujer como ese ser que inspira ternura, amor, vemos a la mujer como esa mitad del ser humano que calma con su dulzura el desespero del hombre ante las dificultades de la vida, ese bálsamo bendito sin el cual nos es muy dificil vivir; sin dejar de ser todo eso, se convirtió la mujer en la inspiración patriotica del hombre. La mujer cubana dió el ejemplo en el fragor del combate y ¿ qué hombre se queda atrás cuando ve que a su lado cabalga como una furia una mujer machete en mano contra una columna enemiga ? Nadie se queda rezagado y menos en aquellos tiempos cuando supuestamente la mujer estaba para tejer y tener hijos. Imagínense señores, aquellos machos-remachos guiados a la batalla por alguien que hacía solo unos días bordaba, bañaba chiquillos y servía de amable anfitriona de visitas ó recitaba poesías en el café del viernes en la noche.
Se convirtieron entonces en las Damas de la Guerra, en las Musas del Machete Mambí y nunca el toque de Adeguello sonó tan dulce.
Por eso honor a esas féminas como la Comandante Mercedes Sirven Pérez-Coello, las capitanas Adela Azcuy, Ana Cruz Aguero, Rosa Ma. Castellanos, Trinidad Logomasino, Ma. de la Cruz Noriega, Luz Palomares García, Isabel Rubio Díaz quien muriera en combate, a Catalina Valdés la oficial del Ejercito Mambí más veces herida en combate y muchísimas más. Claro también a íconos que póstumamente han sido consideradas con el grado de General del Ejercito Libertador como :
- María de la Soledad Betancourt Agramonte ( Ana Betancourt ), María Magdalena Cabrales Isaac, Mariana Grajales y Bernarda del Toro Pelegrín ( Manana ).
Recuperar lo que estas mujeres inspiraron en su momento y adaptarlo a los nuevos tiempos es fundamental, porque el pueblo que siente orgullo de sus mujeres es un pueblo invencible. Mujeres, sientanse orgullosas de su pasado que es la base del presente y allá y aquí las vemos, de frente, viviendo tiempos diferentes pero de frente a una dictadura tan cruel como la hispánica; ante este tipo de mujer, señores, ante este tipo de colosos, no nos queda otra que poner rodilla en tierra y besar sus plantas.

Friday, October 9, 2009

Transitemos de inmadurez a madurez

Autor: Álvaro Yero Felipe
La Habana.
http://www.payolibre.com/

Los 50 años del totalitarismo han sido suficientes para que se haga notable el desgaste político del régimen comunista de Cuba. La enfermedad del ex gobernante Fidel Castro se ha ramificado en las altas esferas de la cúpula gobernante. El pueblo de Cuba observa detenidamente como se acerca el día en que todos puedan disfrutar de la libertad plena.

Los opositores pacíficos no abandonarán la lucha en favor del respeto de los derechos humanos hasta que ese día llegue. Unidad es la clave del éxito y lograrla es responsabilidad de todos.

En los últimos meses la policía de Seguridad del Estado ha aumentado las detenciones y encarcelamientos a opositores de diferentes organizaciones, principalmente del sector más joven, tales como: Arnaldo Herrera Campoalegre, Darsi Ferrer Ramírez, José Díaz Silva, Yoel Lázaro Carbonell, Ernesto Díaz Ezquivel, y Yosvani Ansardo Hernández, quien recientemente fue puesto en libertad luego de pasar 14 días detenido.

Estos y muchos más han sido llevados a prisión. Arnaldo Herrera Campoalegre fue víctima de un juicio injusto y manipulado, según comenta el presidente de la organización a la que pertenece, fue condenado a un año de privación de libertad por orden de la policía política.

Es el sector joven quien sufre la tozudez del régimen, es la juventud cubana la que renuncia al hombre nuevo y elige al hombre libre dentro de una sociedad donde sus oportunidades sean realidad.

Es la juventud quien ha protagonizado las luchas en Latinoamérica contra las dictaduras y son los jóvenes los que en las calles venezolanas evitan que el chavismo cercene la democracia y va a ser la juventud cubana el antídoto que elimine el totalitarismo en Cuba.
Unificar fuerzas entre los que nacimos dentro de este proceso malévolo, llamado revolución, y los que con sus años de experiencia brinden la dosis exacta, será el camino para llegar al final de esta lucha, que nos conducirá, sin duda, a la victoria.

Los jóvenes demócratas cubanos hacemos un llamado a la comunidad internacional para que sigan de cerca el accionar represivo del régimen comunista de Cuba y le exija, sin condiciones, la libertad de todos los prisioneros políticos y de conciencia, pero el llamado fundamental lo hacemos dentro de nuestra patria, partidos y movimientos políticos, bibliotecarios y periodistas independientes y demás organizaciones opositoras.

Apartemos a un lado las diferencias personales, transitemos de la inmadurez política a la madurez; carguemos en nuestra mochila de campaña el ideal que nos une y el deseo de ver a nuestra patria libre de tiranía; enfrentémonos sin temor como lo hicieron aquellos que entregaron sus vidas por una democracia pluralista.

Ha llegado la hora de la verdad; la hora en que se cumpla el gran sueño popular: lograr la libertad de todos los cubanos.

“El mundo tiene dos campos: todos los que aborrecen la libertad, porque sólo la quieren para sí, están en uno; los que aman la libertad, y la quieren para todos, están en otro"
José Martí

Thursday, October 8, 2009

LOBOS CON PIEL DE OVEJA


Autor: Angélica Mora

http://angelicamorabeals.blogspot.com/

Apuntes de una periodista

O EL CAMUFLAJE PERFECTO
Y COMO ENCONTRAR LA RANA
¡Cuidado!. Andan merodeando por ahí, lobos con piel de oveja que, con camuflaje a la órden, tratan de infiltrarse como simpatizantes en blogs y sitios en Internet que son contrarios al régimen de Cuba y sus gobiernos satélites.
Estos lobos cumplen directrices desde La Habana y están desparramados por el mundo. Aquí en Estados Unidos se encuentran por todas partes.

No se si sentirme halagada, pero confieso que yo he sido una de esas personas a las cuales trataron de infiltrar para acarrear problemas.

Uno de ellos, que dijo llamarse "Pedro Mirabal" me envió correos electrónicos bajo ese mismo nombre.
Se esforzó por ganarse mi confianza enviándome montón de material que, según él, "me podía servir", especialmente videos.
Tuvo especial interés en tratar de inducirme a creer que estaba "equivocada" con respecto a mi teoría que Fidel Castro está muerto. (Trabajo imposible por lo porfiada que soy en mis convicciones).
Mi choteo sobre "las Momias Cubanas" lo enervaba, lo sacaba de quicio... aunque su reacción -en los mensajes por e-mail- era otra cosa.
Su infiltración se trató de hacer en una forma muy sutíl y rebuscada.

También "Pedro" criticaba duramente, en los numerosos correos que me enviaba, al teniente coronel Juan R. Sánchez, ex escolta de Fidel Castro, quien dio declaraciones y entrevistas en los medios de prensa del exilio de Miami hace algunos meses, sobre aspectos que no se conocían de la vida del dictador cubano.

Este envío de e-mails de "Pedro" era regular y duró varios meses.
(Terminó bruscamente en mayo de este año junto con todas las comunicaciones y señales de vida, al fracasar en su intento).

"Pedro", mientras estuvo activo en tratar de infiltrarse, me indicó que tenía un blog llamado "Mafiosos Comunistas", ( hoy paralizado, víctima de la negligencia de su autor desde mayo pasado, como esos cañones abandonados luego de una guerra perdida. Pero ustedes todavía lo pueden ver ya que --hasta ahora-- no lo han retirado de Internet).
"Mafiosos Comunistas", supuestamente atacaba al régimen de los hermanos Castro, pero cumplía, solapadamente, otro cometido bien preciso, la desinformación.

Decía "Mafiosos Comunistas" en una de las entradas:
"Fábula sobre la supuesta enfermedad de Fidel Castro (versión completa). Y el artículo original publicado en ELPAIS.com donde José Luis García Sabrido, jefe del servicio de Cirugía, declaró que Una cadena de actuaciones médicas fallidas agravó el estado de Castro y más recientemente confirmó que la enfermedad que llevó a Fidel Castro a una supuesta operación no fué el cáncer "Fidel está bien de salud y podría volver al poder; creo que no lo desea", y aquí se muestra con mucha claridad el trabajo del G-2 en la TV de Miami Otra desinformación más del G-2 sobre la supuesta enfermedad de Castro en la TV de Miami. NUEVO!!!."

Más tarde este "Pedro" trató de estructurar un sitio, "Debate", donde según él, ya estaban varios participantes: Angélica Mora, Pedro Martínez y Esperanza.
Para suerte mía, en mi ignorancia cibernética, nunca pude entrar a ese sitio cuando me lo pidieron y según ellos, aguardaban por mí.
A los pocos días se me prendió una lucecita en la bujía del cerebro y ¡zazzz! me di cuenta del propósito fundamental de ese acercamiento:
Introducirse en el Blog y lograr mi password.

Se pusieron impacientes.
"Pedro" le puso el siguiente recado a "Esperanza":

3:25 PM
"Pedro said...
Esperanza sabes, al parecer Arnaldo (Fernández) se me ha acobardado un poco, por eso estoy esperando que Angélica logre entrar para ver si ella, que es una periodista bien conocida le habla. Además a ustedes la mujeres es muy dificil decirles que no. Angélica si quiere entrar, pero al parecer ella no es muy diestra en estos asuntos. Así que debemos tener algo de paciencia".

Gracias a Dios que no soy muy diestra.
Me libré jabonada.

Han habido también otros agentes muy preparados, tratando de "frotar" mi ego como lámpara de Aladino a ver si salen chispitas y brota mi vanidad y me enceguece y me voy al carajo de una vez por todas.
Muchos correos han tratadode "que pise el palito" y he tenido que navegar, como los marineros de los cuentos, cuidándome de los cantos de sirena, zalamerías y elogios de agentes que quieren infiltrarse en el Blog.
Hay otros con menos paciencia (o más directos que "Pedro") que me atacan abiertamente, de tiempo en tiempo, como JEDDY CABELLO y "Elpidio Valdes".
Este último me envió el siguiente correo electrónico:

Junio 24, 2009
Buenos dias estimada Angelica estaba leyendo tu articulo en Cubamatinal Reagan el demonio para Raul Castro,y te quedo muy bien el montaje desinformativo que escribistes, pero por desgracia ya nadie te lee y nadie te cree, es mucho espacio para tan poco contenido, espero que los que te pagan no te rebajen las migajas por tus articulos contra Cuba. Por cierto por que no escribes sobre la matanza de indigenas en el Peru por parte del carnicero de turno, el Presidente Sr. Alan Garcia, o es que los indigenas para ti no existen o son seres que no merecen que tu pluma se mueva en defensa de ellos.
Creo que debes empezar a cambiar tu estilo y en vez de criticar, ponte a defender a los millones que no tienen para comer, a los millones que no tienen como pagar su seguro de salud, a los millones que viven en las calles por causa de la crisis sistemica del capitalismo, pienso que no ganarias mucho, pero te sentirias mas humanizada, mas sensible y sobre todo mas reconocida por los pobres de este mundo que son ya millones (1000 millones y siguen aumentando).
Que Olubdumare y Obatala siempre me acompanen


Cuento todo esto porque en estos días arrecian los ataques.
Hoy hay un nuevo personaje metido a remache en uno de los blogs donde yo colaboro.
Pero, ya lo sacaremos de ahí.
Por eso, he confesado esto que me ha pasado, para que sirva a otros de advertencia.
¡Ojo entonces con Los Lobos Camuflados de Suaves Ovejas! les pueden comer el blog, de una sola dentellada.

_* Angélica Mora, periodista chilena, analista del portal La Nueva Cuba. Trabajó como jefa de corresponsales en Radio Martí.
Creó y dirigió el programa "Ventana a Cuba" en La Voz de América, VOA.
Periodista en varios medios de prensa hablada y escrita en Chile y Venezuela.
En Venezuela, fue presentadora y estuvo destacada ante el Congreso y el Palacio de Miraflores por Radio Caracas Televisión, RCTV. Fue periodista en el Diario El Nacional de Caracas.
En Estados Unidos fue corresponsal para RCTV y el Diario El Nacional. En 1984 recibió la condecoración Andrés Bello otorgada por el gobierno de Venezuela.
Hoy tiene dos blogs
Apuntes de una Periodista
http://angelicamorabeals.blogspot.com
y
Sucede Ahora
http://angelicamorabeals2.blogspot.com
Blogs que son reproducidos en varios portales y sitios en Internet de Europa, América Latina y Estados Unidos.

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EN LA FOTO DEL CAMUFLAJE PERFECTO EN LA NATURALEZA ¿ENCONTRARON LA RANA?

Nota: Aprovado y respaldado por la comisión organizadora del Congreso Virtual Internacional.


Tuesday, October 6, 2009

COMO ASALTAR UNA NACION


Autor:
Proyecto Civico Cubano

http://Proyectocivicocubano.blogspot.com

Cuentan que una vez Fidel Castro, que entonces se movía en la periferia ansiosa y ambiciosa de aspirantes a un escaño en la cámara de representantes, le dijo a un amigo:

  • Yo no quiero robar un banco. Yo quiero robar el banco.

Y dicho y hecho. Aprovechando el golpe de estado contra el Partido Ortodoxo –mas que contra el presidente Carlos Prío- que amenazaba ganar las elecciones inició su asalto al poder intentando tomar un cuartel militar y provocando un baño de sangre en Santiago de Cuba.

Pero no fue condenado por traición. No señor. Apenas dos años más tarde salía en libertad y comenzaba su campaña política para… adivinaron: obtener un escaño en la cámara de representantes.

Sin embargo, los tiempos habían cambiado durante su permanencia en la prisión y con su fino olfato percibió que los que se oponían a Batista no veían con buenos ojos esta maniobra. Entonces, hombre de grandes recursos que comenzaba a desarrollar el histrionismo que sería su sello en el futuro, declaró:

- Me marcho de Cuba. Batista está planeando asesinarme.

No se si Batista era tarado porque no le faltó tiempo y oportunidades para hacerlo mientras estuvo preso. Pero la gente le creyó y con algunos simpatizantes que se le unieron en México y la ayuda económica del depuesto presidente Prio compró un pequeño yate con el que naufrago unos días mas tarde en las costas de Manzanillo, al oriente de Cuba.

Con la ayuda de los idealistas del llano frustrados por el golpe militar, estableció un bucólico campamento en la Sierra Maestra donde, entre otras cosas, recibía a la prensa extranjera haciéndole creer que contaba con un ejército numeroso, hablaba por Radio Rebelde contra el comunismo y, por supuesto, corría a refugiarse en lugar seguro cuando el ejército los atacaba mientras en las ciudades se aterraba con bombas y sabotajes a la población. Ese fue la primera gran vileza de Fidel Castro: llevar a una juventud con vocación democrática a matar y a morir.

Finalmente, cuando el primero de enero de 1959 el dictador Batista abandonó el país –y a todos los que le habían sido leales- comenzó la leyenda del heroísmo guerrillero y de los más de 20,000 cubanos caídos en la lucha. Puesto que la dictadura había durado apenas siete años, unos pequeños cálculos indican que debe haber habido un mínimo de 2857 muertos al año, es decir, 238 mensualmente y de forma ininterrumpida. Y ni en los grandes levantamientos (el asalto a los cuarteles Moncada y Goicuría o al Palacio Presidencial) se llegó a esa cifra. Fue el comandante libertador quien estableció los paredones de fusilamiento a donde se podía ir a parar hasta por tener un nombre de mal gusto, como fue el caso de un guajiro llamado General Palencia fusilado por sospechas de ser un general en fuga.

Mientras tanto, se iniciaba una vigorosa campaña de reformas sociales en beneficio del pueblo que deslumbró a muchos latinoamericanos. He aquí algunas:

La Reforma Agraria que se apropió de las mismas para desarrollar planes estatales que en pocos años destruyó una próspera agricultura que abastecía el 80% del consumo del país. Por cierto, después me enteré que la Constitución de 1940 preveía una reforma agraria, de manera que no era necesario morir por ella pero…

La Nacionalización de empresas extranjeras y los centrales azucareros que representaban el 14% del capital total invertido en la isla. Después esas empresas fueron vendidas nuevamente a inversionistas extranjeros y de los centrales azucareros no queda ni la sombra. Cuba, que fue la azucarera del mundo hoy se ve obligada a importar azúcar. Cosas de la vida.

La campaña de Alfabetización en un país que en 50 años de república había reducido el analfabetismo desde un 76% en 1902 hasta un 18% en 1958.

La Reforma del sistema de salud para dar cobertura universal de cuidado médico, en un país donde la tasa de mortalidad infantil era de 32 por mil, la mas baja de Latinoamérica y la 13° más baja del mundo, por encima de Francia, Bélgica, Alemania del Oeste, Israel, Japón, Austria, Italia, España y Portugal. Hoy ocupa el lugar 24 y la tasa de abortos es de 0.71 por cada niño nacido vivo. Según los datos de la OMS, en 1958 Cuba tenía como promedio una cama por cada 190 habitantes, cifra que excedía la meta de los países desarrollados de esa época de 200 personas por cama de hospital.

La Reforma educacional que eliminó las escuelas privadas y dio paso a un sistema único, estatal y obligatorio de adoctrinamiento sistemático. Miles de cubanos fueron a las aulas mientras la cultura fue amordazada reduciendo al ostracismo con el lema: Con la Revolución todo, fuera de la Revolución, nada a figuras tan importantes como los escritores Virgilio Piñeira y José Lezama Lima.

La situación del país se movía entre la escasez material atenazante y la persecución política rayana en el surrealismo pero el comandante, hombre de grandes recursos, aseguraba que estábamos mejor que antes de la Revolución. No importaba que las raciones alimenticias distribuidas por la libreta de abastecimiento fueran inferiores a las que recibían los esclavos durante la colonia. No importaba que en 1958 Cuba ocupara el tercer lugar entre los países latinoamericanos en reservas de oro, dólares y valores convertibles en oro con $373 millones y el peso cubano se cotizara a la par con el dólar. No importaba que el presupuesto era de $400,000,000 la señalara como el país del “per capita” presupuestal mas alto de América Latina Debíamos agradecer eternamente a la Revolución por los grandes logros sociales que antes nos fueron negados. Y para demostrarlo, simplemente, cambió la historia borrando de los libros las conquistas sociales y laborales de los años cuarenta, como borró de la tradición musical cubana los nombres de Ernesto Lecuona, Marta Pérez y Celia Cruz. Por decreto, Cuba antes de la revolución era un país del tercer mundo víctima de la injusticia social, la represión política y el racismo. Ese era el credo que había que aprenderse y recitar en las escuelas –y no estoy exagerando-. Cualquier opinión en contra colocaba a la persona en el triste papel de contrarrevolucionario. La letanía que seguía señalaba aquella Habana republicana como el burdel del Caribe, controlado por gangster y delincuentes. No, no me recuerde a las jineteras, por favor. Eso también es culpa del imperialismo.

Y mientras todo esto entretenía al pueblo, la pandilla gobernante se dedicaba a desmontar las estructuras básicas del estado democrático, a encarcelar o quienes denunciaban los atropellos, a llevar la chusmocracia a su máxima expresión. ¿Se acuerdan de aquellas consignas? “Al que no le guste que tome purgante” “Tenemos un comandante que lo ronca los …”.

Expresiones groseras pero, al menos, autóctonas. Peor fue después cuando tras la zafra de los 10 millones que nunca se lograron Cuba comenzó a sovietizarse tratando de imponer una cultura absolutamente ajena a nuestra idiosincrasia y tradiciones. La sumisión al imperio soviético llegó a extremos alucinantes cuando al promulgarse la Constitución Socialista de 1976 en su primer párrafo reafirmaban el agradecimiento profundo a la Unión Soviética jurándole eterna adhesión. Decía entonces la voz popular que hasta Dios creó al mundo con la ayuda militante y solidaria de la Unión Soviética.”

¿Adonde iba el dinero de la subvención soviética si no se empleaba en beneficio del cubano? A la desestabilización de Latinoamérica, a fomentar focos guerrilleros y movimientos antiimperialistas de todo pelaje. Montoneros, Tupamaros, Macheteros, Frentes de Liberación… póngale usted el nombre. Todos fueron financiados por la Habana que entrenaba a sus combatientes y les dotaba de las armas. Muchos de sus sobrevivientes ocupan hoy importantes posiciones en sus respectivos países ganadas en las urnas por la vía electoral. Pero siguen admirando al viejo comandante a quien van a visitar cada vez que pueden para tomarse una fotografía.

Cuando el imperio se descalabró aquel país que durante más de tres décadas había vivido de su generoso subsidio se desplomó. Hoy sólo quedan los despojos de un proyecto social fallido y un modelo económico equivocado en un país que debatiéndose entre los dirigentes acomodados y el pueblo hambreado avanza rápidamente hacia el pasado sustituyendo los tractores por bueyes y los automóviles por bicicletas repitiendo con cinismo que así contribuyen a conservar el medio ambiente.

Por eso me entristece que América Latina esté corriendo tras los pasos del castrismo. Porque los tiempos cambian y los métodos de asalto a la nación son distintos, pero la historia se repite como se repite el discurso, gastado y aburrido del antiimperialismo y la soberanía nacional. Estos nuevos personajes, guerrilleros trasnochados que esgrimen la bandera de la independencia y la liberación del imperio norteamericano están llevando sus pueblos a las garras del aprendiz de reyezuelo que en la hermana Venezuela trata de convertirse en eje del nuevo expansionismo totalitario comprando voluntades con su lenguaje populista y dinero, mucho dinero, proveniente del petróleo, la extorsión, el narcotráfico…

Por eso, no quiero terminar sin enviar mis respetos y profunda admiración al valiente pueblo hondureño, sometido a las más crueles presiones internacionales por negarse a entregar su país a la ingerencia venezolana. Y humildemente les pido que resistan. Ellos son un ejemplo de civismo en defensa de la democracia y la libertad.

Wednesday, September 30, 2009

Para Cuba que sufre, ha llegado la hora.

Autor: Julian Perez
Pais: Cuba
http://tusderechoscubanos.blotgspot.com

A veces me pregunto ¿Qué pasaría si súbitamente desaparecieran los Castro y toda su camarilla? ¿Qué organización, institución o grupo está en condiciones de asumir el control y restaurar los valores democráticos en Cuba? Y la respuesta me descorazona: ¡Ninguno! Porque no existe en Cuba un poder que emule al estado totalitario ni estructura que concierte eficazmente los intereses de la nación cubana. Ni religiosa ni social, ni legal, ni política. ¡Nada!

Pese al descontento general por la situación en que viven, a que los jóvenes le dan la espalda a la gerontocracia y que todos anhelan un cambio, los cubanos de la isla, fatigados por cinco décadas de saturación ideológica, desorientados y mal informados sufren del síndrome de la espera que les paraliza más que el temor a la represión. El cubano de a pie espera diariamente algo que nunca llega: los víveres en la bodega o la visa para abandonar el país, el ómnibus inabordable o el paquete de la tía que vive en el extranjero. Y mientras esperan dedican sus fuerzas a sobrevivir lo mejor que pueden. No creen en la revolución pero disimulan su rechazo, hacen la guardia del CDR mientras venden o compran mercancía en el mercado negro, asisten al domingo de la defensa con su uniforme de miliciano recién planchado hasta que llegue la oportunidad de abordar una balsa, una lancha rápida o una invitación al extranjero donde poder “quedarse”…

Cierto que hay señales de una sociedad civil que trata de emerger en organizaciones independientes de abogados y maestros, bibliotecas y sindicaos independientes, etc. Pero los esfuerzos no han cuajado en resultados concretos. En parte por las dificultades para desarrollar un proyecto democrático en el interior de tan férrea dictadura militar En parte por la ambigüedad de una disidencia sin propósitos definidos ni acción efectiva, salvo honrosas y contadas excepciones. En parte, también, por el sentimiento de impotencia ante la pesada y oxidada maquinaria totalitaria en una población que fue privada de la más elemental educación cívica enquistándole el alma y paralizando la iniciativa en beneficio común.

El problema de Cuba no es simplemente un proyecto social fallido o un modelo económico fracasado. Es la destrucción sistemática de una nación desde los más elementales valores cívicos hasta las más entrañables tradiciones. Es la gran confusión que identificó Patria con Revolución y Estado con Gobierno lo que ha desintegrado el alma del cubano de la isla. ¿Qué significado puede tener la defensa de un derecho para quienes han convertido la simulación en estilo de vida? ¿Que interés pueden tener en cambiar leyes injustas quienes fueron educados en violarlas diariamente?

Respeto y admiro profundamente a esa minoría valerosa que luchan dentro del país contra el castrismo, esos que han decidido defender su derecho a una vida decorosa, verdaderamente humana. Pero creo que el método que han elegido sólo facilita que las fuerzas represivas les controlen mejor. Muchos son ampliamente conocidos en el extranjero pero el ciudadano común nunca los ha oído mencionar. Otros desarrollan proyectos tan poco serios como pretender convencer al gobierno de que abandone el poder por métodos pacíficos. Y no faltan las guerras internas de grupos que se atacan entre si, porque acostumbrados a la unanimidad no toleran a quienes sostienen opiniones diferentes.

En los últimos años, ha surgido una generación joven de blogueros que sorteando obstáculos dan a conocer al mundo su verdad. ¡Bien por ellos! Pero insisto. Es al pueblo cubano a quien debe dirigirse la información y ese no tiene acceso a la Internet. Es necesario buscar nuevos caminos, formas creativas para devolver la voz al pueblo amordazado y dar curso a la iniciativa social venciendo la inercia que les impide pensar con cabeza propia. Urge emplear los recursos de la tecnología moderna para que la información llegue a ese cubano que ignora lo que ocurre a dos cuadras de su casa y, sobre todo, fomentar el principio básico de la democracia, la diversidad de criterios con unidad de objetivos.

Ha llegado la hora de la acción cívica certera y profunda. Es necesario reunir todos esos grupos dispersos con un objetivo coherente creando clandestinamente las estructuras democráticas que habrán de regir la futura república libre de Cuba. Ha llegado la hora de organizar un Gobierno Provisional capaz de canalizar las inquietudes del pueblo transformando el disgusto general en un torrente efectivo que les devuelva Cuba a los cubanos. Un Gobierno clandestino con sus instituciones y funciones que siente las bases de la reconstrucción material y espiritual de la nación cubana, cree mecanismos para la difusión de las verdades intramuros, defina políticas y objetivos comunes, estructure el cuerpo de leyes sobre las que habrá de construirse una sociedad de derechos, moderna y sin deformaciones. Un Gobierno Provisional con suficiente arraigo entre la población para convertirse en su voz y, por supuesto, movilizarlo en el momento de la acción decisiva contra el totalitarismo.

Tuesday, September 29, 2009

COMO CHILENO, LE PIDO PERDON AL PUEBLO CUBANO




Autor: Cristian
Pais: Chile
http://www.cuidadoporquienvotas.blogspot.com/

COMO CHILENO, LE PIDO PERDON AL PUEBLO CUBANO,
POR EL TRISTE ESPECTACULO QUE HA DADO
LA PRESIDENTA DE (LA MITAD) DE LOS CHILENOS


Como chileno, debo confesar que me da mucha verguenza que la representante de mi pais se haya comportado como lo hizo en su inutil y caprichosa visita a Cuba. Debo decirles que, si bien personalmente no tengo mayor responsabilidad en que Bachelet se haya transformado en mandataria de Chile (al igual que un 46% de los chilenos), quisiera pedirles perdón, como chileno, al pueblo cubano, por el desprecio flagrante mostrado en su actitud hacia las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos que el regimen castrista lleva efectuando durante 50 años ;
por su docilidad para expresarle al mundo todo aquéllo que resulta grato y complaciente para este regimen anacrónico;
por su doble standard a la hora de ignorar la completa ausencia de democracia real en Cuba durante medio siglo, con partido único, vigilancia vecinal, restricciones para moverse y salir de la isla, persecución a adversarios políticos , limitación controlada para el libre acceso de su pueblo a Internet, a la vez que criticar con severidad el Regimen Militar de Pinochet, que entregó el poder a sus opositores en un plebiscito tras 17 años, dejando como herencia un pais pujante y a las puertas del desarrollo;
por su vehemencia para exigir el fin del bloqueo estadounidense a Cuba sin pedir a cambio medidas concretas de democratiuzaciòn de la isla.
por su negativa a reunirse con las organizaciones de disidentes cubanos;
¿Saben, estimados cubanos en el exilio? Yo, como chileno, también me he desilusionado tremendamente al escuchar algunas opiniones de ustedes frente a la negativa de Bachelet para reunirse con la disidencia cubana en la isla.Y no estoy desilusionado porque a Uds les falte razón en sus críticas. No, nada de eso. Yo mismo, como chileno, me averguenzo terriblemente de tener a esta mujer socialista como presidenta y representante de mi pais ante el mundo. Lo que me desilusiona es que ustedes, en su ingenuidad, hayan podido esperar algo de esta mujer que, en su fuero interno, es tan marxista como en sus tiempos (que recuerda como “muy felices”) que vivió en la insufrible RDA de Honecker, Stasi incluida, y de la que parece haber sido una huésped de honor. Yo, como chileno, viendola actuar con su piel de oveja y su alma de lobo, dia a dia, me doy clara cuenta que ustedes, los cubanos, nada podrian esperar de ella que no fuera apoyo incondicional e irrestricto a la tirania castrista.Me dolió oirles decir que, como ella “habia sufrido una dictadura equivalente a la de Castro”, haciendo referencia a Pinochet ; yo, que vivi ese tiempo, no puedo entender como ustedes cayeron redonditos en la trampa socialista que caricaturizó a un gran presidente, aun amado por el pueblo, el que asistió masivamente a su funeral en 2006, como Pinochet. ¿cómo ustedes, que conocen tan bien los engaños del comunismo, pueden tragarse sin masticar tanta mentira que se ha dicho respecto a la persona y al regimen del General Pinochet?
¡Ojalá en Cuba hubieran ustedes tenido un Pinochet que los liberara del marxismo justo antes de su irreversible y violenta implantación, y que los hubiera dejado como un pais pujante y casi desarrollado, pleno de libertades, como era Chile antes de la etapa de la Concertación socialista de Lagos y Bachelet!
Más encima, su interrupción de un acto protocolar para correr a reunirse al ser llamada por Fidel Castro.
La inauguración de una Feria del Libro de La Habana, pais donde no se pueden publicar ningún libro sin la anuencia del Estado , y en donde algunos escritores chilenos están PROHIBIDOS: Roberto Ampuero y Jorge Edwards, por ejemplo.
Y, tal como dice el dicho," quien duerme con niños amanece mojado", tras correr a entrevistarse con un Fidel que accedió a recibirla, éste ultimo se tomó la libertad de emitir declaraciones que vulneran la soberanía chilena al referirse al resultado de la Guerra del Pacifico y la pérdida marítima de Bolivia "Esa misma oligarquía que hace más de cien años le arrebató a Bolivia, en la guerra desatada en 1879, la costa marítima que le daba amplio acceso al Océano Pacífico. Bolivia sufrió una extraordinaria humillación histórica en aquella contienda". Estas declaraciones, que en cualquier nación digna hubieran merecido una clara expresión de molestia de parte de nuestra diplomacia, en este caso han sido respondidas con un humillante silencio que nos revela que el patriotismo, para algunos, se inicia con el partido o ideología y, si no se contrapone a éste, si cabe, en segundo lugar, con la nacionalidad.
En resumen, un viaje inutil, un desprestigio para la imagen de una supuesta "defensora de los Derechos Humanos" (aunque en Chile no nos tragamos esa visión que predomina en el exterior), una molestia legitima de la disidencia cubana con nuestro pais, una frustración y desesperanza más para el oprimido y miserable pueblo cubano que espera que cada visitante a la isla los ayude en algo a zafarse de esta tiranía interminable , una humillación gratuita de parte de un sanguinario dictador hacia nuestro pais al opinar acerca de la salida al mar de Bolivia en los términos en los que lo hizo, y una presidenta que vuelve, como en los días del Festival, con un trofeo que consiste en un autografo de su diabólico idolo juvenil, Fidel Castro, capricho por el cual no tuvo problemas en poner en entredicho el prestigio mundial de la nación a la que representa.
Con dolor , siento en estos momentos una verguenza de ser chileno, o mejor dicho de estar representado como chileno por esta Presidenta.
Esperemos que en diciembre recuperemos la dignidad como pais, y tengamos más cuidado por quien votamos.